Grecia y su evolución en los últimos 100 años

EVOLUCIÓN ECONÓMICA

Entre 1950 y 1970, Grecia registró uno de los crecimientos económicos más elevados del mundo, con aumento de ingresos y de consumo de bienes. Pero a partir de 1973 los aumentos de ingresos de las personas trabajadoras se redujeron y la tasa de desempleo comenzó a subir. El resultado de esta crisis fue una grandísima presión sobre los salarios. En ese momento el estado optó por abrir los mercados nacionales a la competición global. Esta fue la manera en que el capital accedió a la mano de obra barata. La consecuencia directa de este planteamiento fue una pérdida de poder adquisitivo de las personas, que provocaba un deterioro de las ventas de bienes. La respuesta directa fue abrir el mercado de los créditos a todo el mundo. De esta forma se cubría la brecha abierta entre los ingresos reales y el poder adquisitivo. A principios del nuevo milenio era evidente que este nuevo sistema no se mantendría por mucho más tiempo, por lo que ya se empezó a abrir camino a la actual crisis.


Cuando, en 2001, Grecia pretendía acceder a la Unión Europea, bancos de inversión estadounidenses firmaron acuerdos con el gobierno para que éste encubriera una parte de su deuda pública y “cumpliese” los criterios para ser aceptados en el euro. El gobierno hipotecó el futuro del país con tal de presentar un presente próspero falso. Para ello contrataron a Goldman Sachs, que ganó millones de euros con este acuerdo. Esta operación se presentó como un intercambio de divisas, cuando realmente se trataba de un préstamo. Estos acuerdos no quedan registrados como préstamos y llevan a engaño a los inversores y reguladores sobre la solvencia de un país. En 2010 todo este entramado salió a la luz y Mario Draghi, entre otros, se vio afectado por esta información. Mario Draghi fue vicepresidente y director gerente de Goldman Sachs Internacional entre el 2002 y el 2006 y en la actualidad está siendo investigado. Parece ser que ningún gobernante de la UE tiene en cuenta estas cuestiones, ya que Draghi ha sido nombrado presidente del Banco Central Europeo. Como se ve, un independiente con una clara orientación hacia los intereses del capital dicta la política monetaria europea. ¿Quién manda aquí?.

Por otro lado, cabe resaltar que los altos niveles de endeudamiento de Grecia tienen que ver con la incapacidad sistemática del estado para poner en práctica un sistema eficaz y justo de impuestos, que permita un nivel de ingresos suficiente.

GOBIERNOS

Andreas Papandreu (Primer Ministro 1981-1990 y 1993-1996) avanzó en el reclamado estado de bienestar, pero al mismo tiempo redujo los impuestos de empresas y de rentas altas. Mediante la nacionalización de empresas privadas deficitarias salvó puestos de trabajo. Pero en primer lugar se ocupó en dejar a salvo a los propietarios de las empresas. El déficit público aumentó de forma espectacular y con ello también la deuda pública.  

El gobierno de Mitsotakis (Primer Ministro 1990-1993) continuó pidiendo préstamos. El tratado de Maastricht impuso el mercado mundial como el único mecanismo de control del déficit, prohibiendo otros medios de creación de dinero. La deuda se disparó con la mayor tasa de aumento en la historia griega.  

Kostas Simitis (Primer Ministro 1996-2004) contó durante su mandato con la “contabilidad creativa”, la caída de tasas de interés europeas y el crecimiento económico. De esta manera, fue capaz de ocultar la bomba que él mismo puso sobre la deuda. El porcentaje de la deuda parecía disminuir ligeramente.  

Kostas Karamanlis (Primer Ministro 2004-2009) redujo los impuestos de capital en un 10%. Medidas como éstas aceleran la caída libre de la economía y la deuda se dispara otra vez.  

Georgios Papandreu asumió el mando el 4 de octubre de 2009 para echar el país en manos de los prestamistas extranjeros. La deuda pública asciende al 167% del PIB y se estima que para el 2012 alcance el 172,7% del PIB, unos 381.200 millones de euros       

PARTICIPACION EN GUERRAS  : GUERRA CIVIL GRIEGA                                              La guerra civil griega transcurrió entre marzo de 1946 y octubre de 1949 y fue el primer caso de una insurrección comunista tras la Segunda Guerra Mundial, por lo que se puede considerar como el primer conflicto bélico de la Guerra Fría. La victoria de las fuerzas anticomunistas del gobierno condujo a la entrada de Grecia en la OTAN y ayudó a definir el equilibrio estratégico en el mar Egeo y los Balcanes en la Europa de la posguerra.  


La guerra civil enfrentó a la población conservadora y las fuerzas armadas del gobierno monárquico, apoyadas por los Estados Unidos y el Reino Unido, contra los comunistas griegos y los miembros de la organización más grande de la resistencia antifascista que había combatido contra la ocupación de Grecia por parte del Eje: el ELAS, Ejército Popular de Liberación Nacional), cuya dirección estaba controlada por el Partido Comunista Griego.  

Al terminar la ocupación de Grecia por las Potencias del Eje existía ya un clima de enfrentamiento y acusaciones mutuas de terrorismo por parte de ambos bandos llevadas a cabo durante la operación Marita. El KKE no quiso participar en las elecciones propuestas por los conservadores y patrocinadas por los británicos en septiembre de 1946 y se negó al desarme, lo cual condujo al estallido de un conflicto armado.                                                                                                                                             

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