El siguiente informe tiene como objetivo explicar el comportamiento de algunas magnitudes económicas que posteriormente voy a desarrollar, tras la obtención de diferentes datos económicos e institucionales desde 1990 hasta la actualidad, así como llegar a algunas conclusiones en función de dichos comportamientos.
El país de estudio de este informe es Panamá, ubicado geográficamente en América Central.
En primer lugar, tomando como referencia la función de producción Y=A f (T,K,L), siendo (Y) el PIB, (A) la productividad, (T) los recursos, (K) el capital y (L) el trabajo, voy a analizar uno de los indicadores más importantes que coexisten dentro de la economía de un país, el PIB. Se observa que Panamá es uno de los países con mayor renta debido a las actividades financieras, turísticas y logísticas, las cuales representan el 75% del PIB, dicho país ha destinado parte del gasto público del PIB a sanidad, defensa y educación.
El PIB per cápita debe ser completado con la inflación de los precios para saber cual es realmente el poder adquisitivo de la población.
El fuerte crecimiento económico que experimentó Panamá durante la primera mitad de la década pasada fue compatible con unos niveles de inflación moderados. Sin embargo desde 2016/2017 se viene observando una inflación decreciente que ya entró en terreno negativo a principios de 2019 y que desde entonces ha seguido adentrándose en terreno negativo hasta una tasa del -1,6% en 2020. En consecuencia, más allá de los efectos de la pandemia, la baja inflación anterior venía mostrando signos de la atonía de la demanda, ante un progresivo agotamiento del ciclo de construcción y una mayor austeridad del sector público para contener la deuda.
En cuanto a la distribución del PIB por el lado del Gasto, llama la atención la elevada tasa de inversión que mantenía este país a mitad de la década pasada, en la que destaca la fuerte inversión en infraestructuras y construcción mencionada y que llevó a que la Formación Bruta de Capital Fijo ascendiera hasta niveles próximos al 40% del PIB, pero asimismo se observa, cómo desde 2017 esa tendencia se venía desacelerando, y en 2020 se ha visto gravemente recortada hasta suponer el 25,9% del PIB siendo uno de los principales responsables de la caída del PIB. El peso de las exportaciones (40,1%) y de las importaciones (37,0%) en el PIB muestra la elevadísima apertura y dependencia externa de esta economía, que se constituye en definitiva como un hub de paso de bienes, servicios, capitales y personas.
Para finalizar este informe, podemos concluir con que en términos económicos, Panamá es un país situado entre los más ricos del continente.
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